La Asociación Érguete, a través de su programa Mírate, dotó de herramientas a las internas para no volver a caer en el consumo
Las mujeres de la prisión de Teixeiro recibieron durante estos meses una formación de la mano de la Asociación Érguete para protegerse de las recaídas en las adicciones. Las educadoras sociales del programa Mírate, que la entidad desarrolla en el centro penitenciario, acompañaron desde enero a las internas para dotarlas de herramientas que las ayuden a no volver a caer en el consumo y que faciliten su vida en prisión y en libertad.
Durante las sesiones trabajaron “las fuentes de autoestima, los efectos del sexismo y del estigma en relación con el crecimiento personal de las mujeres. Creando un espacio seguro para hablar sobre sus roles, sentimientos, pensamientos y actitudes a lo largo de su vida”, explican.
Esta formación está dirigida íntegramente la mujeres ya que “para ellas es mucho más difícil reintegrarse socialmente que para un hombre”. Esto se debe la que las mujeres sufren una “doble discriminación: por ser consumidoras y por ser mujeres”. Ellas, además de soportar todos los perjuicios que existen en la sociedad con las personas con problemas de adicciones, tienen que luchar y pedir ayuda en un sistema “que no está pensado para ellas”, afirman en la Asociación.
Por eso, con estos talleres “pretendemos dotar a las mujeres de habilidades para responder o afrontar de forma exitosa las situaciones de riesgo, favoreciendo así la deshabituación y el mantenimiento de la abstinencia”, aumentando así “la autoeficacia a la hora de actuar frente a situaciones problemáticas o de riesgo”, concluyen en la Asociación Érguete