Las personas que viven en las residencias de acogida de la entidad comenzaron un taller para aprender a confeccionarlos utilizando materiales sostenibles y reciclados
Unas de las principales dificultades de las personas con problemas de adicciones y la vuelta a la vida normalizada en la sociedad. Muchos trabajan para dejar atrás el consumo en los centros penitenciarios o en recursos especializados. Es un proceso muy difícil, pero están acompañados de profesionales que le hacen todo un poco más fácil. Cuando finalizan los plazos, salen a la calle llenos de ilusión, pero con dos grandes dificultades: encontrar trabajo y vivienda. En la Asociación Érguete son bien conscientes de esta realidad y por eso están creando junto a la firma de diseño viguesa, La Canalla, una marca de bolsos hecho por las personas usuarias que residen en las viviendas de acogida que la entidad tiene en Vigo.
La coordinadora de la Asociación, Elvira Rivas, destaca que con esta iniciativa “queremos trabajar nuevas herramientas y valores como lo del reciclaje, la imaginación, el esfuerzo y la lucha por un mundo mejor con ellos y ellas. Por el de ahora, informa Rivas, el proyecto está comenzando. “Los diseñadores de La Canalla ya crearon los primeros modelos y ahora están compartiendo con las personas usuarias su método”. “Esperamos que al final de año podamos mostrar los primeros bolsos”, explica al tiempo que añade que “estamos muy ilusionados por lanzar este proyecto y esperamos que las personas que comparten el espíritu de Érguete también lo estén”.
Xandre y Lino, dos personas usuarias que forman parte de la iniciativa, también se mostraron muy “contentos” con la actividad. Explican que “les parece una idea estimulante y muy bien organizada” y con la que “podemos aprender mucho”. Lino también destacó que “me encanta trabajar con material reciclados. Cogemos algo que no tiene mucho valor para transformarlo en algo útil y bonito”, explica. Al final, no saben como irá el proyecto, pero para ellos poder aprender y trabajar habilidades como la creatividad y paciencia “ya es algo muy positivo”.
Una de las mentes detrás de La Canalla, Francisco Soto, también destacó que esta actividad “es un reto para nosotros y estamos muy ilusionados”. Explica que ya habían hecho muchas formaciones, pero nunca habían apostado por tratar de crear un proyecto a largo plazo con personas en riesgo de exclusión. “Es una muy buena oportunidad para demostrar que con cariño y esfuerzo se pueden hacer grandes cosas”, destaca.