"Signos de adicción: una guía para la prevención"

Los efectos de las adicciones y sus consecuencias representan un desafío tanto a nivel social como sanitario, impactando no solo a España, sino también a la comunidad internacional en su totalidad.

Por eso, comprender los indicios tempranos de la adicción es crucial para intervenir y brindar apoyo a quienes puedan estar enfrentando esta batalla. En esta guía, os ayudaremos a cómo identificar los signos de adicción, no solo los evidentes, sino también los más sutiles y que a menudo pasan desapercibidos. Además, os dejamos una guía sobre los pasos a seguir en casos de sospechas de consumo de drogas, ante las evidencias de consumo y los posibles tratamientos. 

La prevención es fundamental para cambiar el rumbo de la adicción, por eso, saber identificarla a tiempo ayuda a construir un entorno que fomente la salud mental , emocional y un ocio saludable.

¿Cómo identificar una adicción?

Los principales signos de adicción a las drogas, y ante los que debes mantenerte en situación de alerta en el caso de que exista una persona con adicciones en tu entorno son:

  • Cambio brusco en el cuidado y aseo personal.
  • Trastornos del sueño con insomnio y/o pesadillas y temblores.
  • Pérdida de peso o apetito excesivo.
  • Disminución del rendimiento ya sea en la escuela o en el trabajo. 
  • Aislamiento físico, tendencia a aislarse / Aislamiento social
  • Disminución de la comunicación verbal y afectiva.
  • Empobrecimiento del vocabulario.
  • Abandono de aficiones e intereses.
  • Cambios bruscos de humor.
  • Pérdida de responsabilidad.
  • Problemas de dinero.

Por otro lado, si eres tú mismo/a la persona que consume drogas y todavía no eres consciente de si te encuentras en una situación de dependencia o no, estos son algunos de los signos que te indicarán cómo reconocer una adicción

  • Si sientes «craving”, un deseo persistente de consumir en todo momento. 
  • Dificultad en el control del consumo. Pese a ser consciente de los problemas personales y familiares que el consumo está suponiendo en tu vida, no consigues reducir o controlar tu uso de la sustancia. 
  • Consumo de otras sustancias tóxicas. Además, sientes necesidad de conseguir un mayor efecto, por lo que interactúas con otras sustancias. 
  • Efecto rebote. Cuando el consumo se realiza para sentir tranquilidad, al terminar su efecto suele provocar un mayor estado de nerviosismo que antes de haber consumido
  • , por lo que se necesita volver a consumir. 
  • Tolerancia. El consumo continuado genera un menor efecto a las mismas cantidades de sustancias, por lo que las dosis se van aumentando de forma progresiva. 
  • Síndrome de abstinencia. El cerebro se acostumbra a una sustancia y requiere dosis adicionales para obtener un efecto deseado o evitar síntomas desagradables como angustia, estrés o desánimo. Los síntomas surgen cuando se interrumpe el consumo de la sustancia y se alivian al reanudarlo.
  • Alteración de la conducta. En función del tipo de droga consumida, los efectos serán unos u otros: agresividad, delirios, etc. 
  • Cambios de principios y prioridades. Se producen cambios en la manera de pensar: actitudes favorables hacia el consumo, autoconvicción de que se puede controlar, solo se ve la parte gratificante, se dejan de hacer actividades de ocio, la mayor parte del tiempo se utiliza para la obtención de droga, etc. Así, las drogas ocupan un puesto más importante que la salud, la familia, el trabajo o el dinero. 

¿Qué hacer en caso de sospechas de consumo?

Cuando un padre, una madre, u otra persona cercana sospecha que su hijo, hija, familiar o alguien próximo a su entorno está involucrado en el consumo de drogas o está adoptando comportamientos que podrían derivar en alguna forma de adicción, es muy importante mostrar comprensión, pero también firmeza. Ante esta situación, ten en cuenta los siguientes puntos. 

Acciones que SÍ debes hacer:

  • Dialogar
  • Dar la importancia justa
  • Creer lo que se ve
  • Compartir la preocupación
  • Confrontar
  • Supervisar sin presionar

Acciones que NO debes hacer:

  • Juzgar
  • Dramatizar
  • Negar la evidencia
  • Ocultar información
  • Encubrir
  • Agobiar con reproches

¿Qué hacer ante la evidencia de consumo?

En los casos en los que las sospechas ya se han convertido en evidencias, debes buscar información y asesoramiento de tu médico de cabecera y recurrir a un centro especializado. 

Además, en este momento también hay medidas que debes tener en cuenta y otras acciones que deberías evitar.

Lo que SÍ debes hacer:

  • Dialogar y analizar las circunstancias que llevaron al consumo.
  • Mantener el autocontrol emocional.
  • Ofrecer ayuda ya que está viendo en ti alguien a quien recurrir.
  • Mostrarle su afecto por lo que él o ella es, independientemente de lo que haga.
  • Intentar dedicarle más tiempo y prestarle más atención.
  • Entender que se está ante una persona que tiene problemas y no “ante un problema”.
  • Apoyar cuando la persona quiera dejar de consumir / no obligar

Lo que NO debes hacer:

  • Desesperarse.
  • Culpar, ni “echarle en cara” todo lo que has hecho por él o por ella.
  • Convertirse en su perseguidor/a.
  • Criticar de forma continuada y violenta su comportamiento.
  • Utilizar el castigo como único recurso para evitar que continúe consumiendo.
  • Acosarle continuamente con preguntas, sospechas, acusaciones, pues ello sólo conseguirá que se aleje de ti cada vez más.
  • Presionarle para empezar un tratamiento o terapia.
  • Amenazar (“Si no dejas de consumir …”)
  • Hay que comprender que la adicción no deja de ser una enfermedad y como tal tenemos que brindar apoyo cuando la persona desee currase.

¿Existe tratamiento para las personas adictas?

Hoy en día todas las formas de adicción se reconocen como enfermedades que requieren un tratamiento multidisciplinario y personalizado. En caso de enfrentarse a cualquier problema relacionado con las adicciones, se recomienda buscar ayuda directamente en un centro de tratamiento especializado o solicitar la asistencia de profesionales de atención primaria. Estos expertos evaluarán cada situación y derivarán al centro adecuado. 

España cuenta con una red pública de centros ambulatorios de tratamiento distribuidos en todas las Comunidades Autónomas.